En un día como hoy, perdías la vida en el campo de concentración de Bergen-Belsen en Alemania. A tus 15 años, una vida extremadamente corta para lo que de verdad te merecías vivir, es triste.
Eras soñadora, inteligente, buena persona, pero más que todo profunda, y eso es lo que mas me gusta de ti. Pero, ¿sabes qué? Aún sigues viva, es decir, tu sueño era vivir aún despues de la muerte, y aquí estas, viva. Estas en numerosas bibliotecas, pensamientos, hasta en los corazones de muchos, en el mío. Tu has sido la única que me ha enseñado a travéz de la escritura sobre la vida, la alegría, la tristeza, la ira, la tolerancia, la solidaridad, el amor. Asimismo, has sido la única que ha llegado a mi corazón sin necesidad de tocarme. Son el poder de las palabras, Ana, de tus palabras.
Gracias a ti, puedo plasmar mis pensamientos e ideales en palabras, porque "el papel es mas paciente que el hombre".
Paula
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