martes, 21 de abril de 2015

Mi espejo

En los libros que he leído de los juegos del hambre (los dos primeros) me ha llamado la atención varios temas, tales como: la injusticia, el hambre, la manipulación, sentimientos y emociones, pero los que más me llaman la atención y los que me gustaría trabajar para esta reflexión son sentimientos y emociones y manipulación.
¿Por qué? En varias ocasiones de mi vida, me he sentido manipulada por todo tipo de personas, y me siento identificada con Katniss de alguna manera, porque ella no deja ver quien es ella en verdad, es decir, todo lo que ella imagina, piensa y siente, lo guarda para ella misma al igual que yo.
Diciendo esto me refiero a que cada persona tiene una vitrina en la cual muestra un producto. Tenemos dos productos, uno bueno y lindo, y el otro no tan lindo, tanto ella como yo, mostramos el producto no tan lindo, es decir, cuando nos conocen, cuando nos abrimos, es que conocen nuestro producto lindo, el producto que de verdad somos, por eso lo primero que ven es que no somos tan femeninas, que somos personas de poco hablar y que para la gente, somos “raras” por así decirlo, ya que no nos gusta decir lo que está dentro de nosotras. Pero cuando tenemos la confianza suficiente, porque sí que somos desconfiadas, dejamos que esa persona, vea el producto bonito que llevamos dentro. Eso no se logra tan fácil, porque nos cuesta confiar en la gente, siempre pensamos que si divulgamos aquellas cosas que nos guardamos para nosotras mismas, podrían usarlas para hacernos daño.
Por mi lado, a pesar de que parece que soy una persona muy abierta, sigo mostrando el producto no tan lindo. Creen que me conocen, incluso las personas que deberían conocer el producto bonito, no lo hacen, porque no estoy interesada en mostrar el bonito, no me gustaría y no me sentiría cómoda. Dentro de nosotras, hay un centenar de sentimientos y emociones que los demás ni se imaginaran que una chica de 17 años podría tener dentro. 

Paula Torres 

sábado, 4 de abril de 2015

Obliviate

Una persona puede llegar a ser muy importante de la noche a la mañana, no lo controlo, soy muy sentimental y enamoradiza, para mi esto no es una virtud, sino un defecto. 

Esos momentos en que quisiera gritar todo la verdad y dejar de fingir que no me pasa nada. Lo medito por varios días, a veces hasta meses, hasta que tomo la decisión, no se porque me toma tanto tiempo, pues se que al decirlo todo, voy a sentirme mejor, segura de mi misma y estaré riéndome constantemente. 

Sí, intente hacerlo recientemente, pero antes de poder hacerlo, aquella persona desapareció, ¿por que? quisiera saberlo, no puedo porque no hablo con el, porque ya no lo veo. Puede que este pasando por un momento difícil y que quiera alejarse de todo el mundo, pero ignorarme, no es la solución. 

Por eso, aquellos recuerdos (son muy pocos, la verdad son dos), todavía aparecen cuando miro al techo con los audífonos puestos, momentos que para otras son estúpidas pero yo lo ví como algo importante, como señales, algo bonito. No podré olvidar aquellos momentos en que hablabamos y nos reíamos.

Cosas inusuales, la primera vez que me pasa, pues nunca nadie me habia hecho esto. Pienso en la vez que hablaba con otra persona y el estaba a mi lado. Estaba distraída, no sabía lo que el estaba haciendo, pero sabía que estaba ahí. No podré olvidar el momento en que giré mi cabeza y ví que examinaba mi cabello con detenimiento, como agarraba mi cabello con una mano y con la otra lo movía. Su cara, el gesto que hizo cuando se dió cuenta de que estaba viendo lo que hacía, solo paró, pero no quitó sus manos de mi cabello.

El día en que pensé que alejándome de el, todo iba a mejorar (que equivocada estaba). Recuerdo que estaba decicida a irme de ahí sin dirigirle una sola palabra, mirada o saludo. Me miró y yo lo mire, creo que estaba feliz de verme, una sonrisa se dibujó en su cara. Yo solo lo miré y con las ganas de ir hacia el, mis pies me llevaron a otra parte. Creí que serviría, pero a los cinco minutos, después de haber hecho aquella estupides, quería ir a verlo y hablar con el. 

Paula